Caliente el horno a 400 ° F (200 ° C). Corte los pimientos por la mitad a lo largo y retire con cuidado el corazón, las semillas y las costillas con un cuchillo de cocina o una cuchara. Coloque los pimientos, con el lado cortado hacia arriba, en una fuente para hornear de 9 por 13 pulgadas u otro plato con borde en el que quepan cómodamente. Dejar de lado.
En una sartén grande (de 12 pulgadas), caliente el aceite de oliva a fuego medio. Agregue el apio y cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté tierno, de 3 a 4 minutos. Triture en la salchicha y cocine, rompiendo la carne con una cuchara, hasta que ya no esté rosada, durante 5 a 6 minutos. Agrega la cebolla y el ajo en polvo y el orégano. Revuelva por 1 minuto.
Agregue la salsa de tomate, la sal y la pimienta y deje hervir. Retire del fuego y agregue el arroz de coliflor congelado y la mitad del queso parmesano. Revuelva por 1 minuto.
En un tazón pequeño, combine el queso parmesano restante con el provolone rallado. Dejar de lado.
Rellena cada mitad de pimiento con la mezcla de salchicha. Vierta ¼ de taza de agua en el fondo de la fuente para hornear, envuélvala bien con papel de aluminio y hornee hasta que un cuchillo para pelar atraviese fácilmente un pimiento, de 30 a 35 minutos. Retire el papel de aluminio, vierta los jugos acumulados en los pimientos y luego espolvoree la mezcla de queso uniformemente sobre los pimientos. Hornee hasta que el queso se derrita y comience a dorarse, de 10 a 15 minutos. Deje enfriar los pimientos durante 5 minutos, luego sirva.
Gran receta familiar. Sabroso, fácil. Usé salchicha de cerdo estilo campestre y luego agregué algunas hojuelas de pimiento rojo. También agregué algunos champiñones picados y usé Raos Marinara en lugar de salsa de tomate porque lo tenía abierto. La próxima vez, podría poner un poco de salsa marinara encima antes del queso al final.