En un tazón mediano, cubra los champiñones secos con agua tibia por 3 pulgadas. Coloque un plato pequeño encima de los champiñones para mantenerlos sumergidos, luego déjelos en remojo hasta que se ablanden, aproximadamente 30 minutos.
Saca los champiñones del agua, exprimiéndolos ligeramente para eliminar la mayor cantidad de agua posible. Enjuáguelos con agua fría para eliminar la arena. Dejar de lado.
Calienta una olla grande de fondo grueso a fuego medio. Agregue la mantequilla y las chalotas, reduzca el fuego a medio-bajo y cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que las chalotas estén suaves y traslúcidas, aproximadamente 10 minutos.
Agregue los champiñones frescos y secos, la mitad del tomillo y todo el ajo en polvo y cocine, revolviendo con frecuencia hasta que los champiñones suelten su jugo y casi todo el líquido se haya evaporado, aproximadamente 20 minutos.
Aumente el fuego a medio. Agregue 1/4 taza de caldo de pollo y revuelva, raspando la olla para liberar los trozos dorados. Cocine hasta que el caldo se reduzca y la sartén esté casi seca, de 1 a 2 minutos. Sazone con sal y pimienta. Agrega la crema y la mitad y la mitad y calienta, revolviendo ocasionalmente, hasta que se formen pequeñas burbujas alrededor de los bordes de la olla, 5 minutos. Trabajando en tandas, haga puré la sopa de champiñones en una licuadora hasta que quede suave. Vierta las tandas de puré en una cacerola nueva y agregue el caldo de pollo restante y el vinagre de sidra de manzana.
Sazone al gusto, sirva en tazones, decore cada porción con 1 cucharada de crema agria y una pizca del tomillo fresco restante y sirva.
¡¡Realmente delicioso!! ¡Zupa es digna!
Hice esto para los niños y para mí. ¡Nuevo favorito!