¿De que se trata este estudio?
En un estado de cetosis, el cerebro usa más cetonas y menos glucosa. Este "interruptor metabólico" puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de neurodegeneración. Aquí, los investigadores examinaron los efectos de una dieta cetogénica sobre los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer.
¿Cómo se realizó este estudio?
En este estudio, los investigadores pusieron a 20 adultos mayores con discapacidades mentales en dos dietas: una dieta cetogénica mediterránea modificada y una dieta baja en grasas. El estudio utilizó un diseño cruzado aleatorio, por lo que todos los participantes consumieron ambas dietas en ensayos separados. Al inicio del estudio y después de 6 semanas, los investigadores midieron los niveles de cetonas, el líquido cefalorraquídeo (LCR), la perfusión cerebral (flujo sanguíneo cerebral) y la utilización de cetonas cerebrales.
Resultados del estudio
En comparación con el grupo con bajo contenido de grasas, el grupo cetogénico presentó niveles aumentados de cetonas en sangre, líquido cefalorraquídeo, perfusión cerebral y captación de cetonas en el cerebro, todos cambios positivos en el riesgo de Alzheimer. Curiosamente, ambos grupos mejoraron en una prueba de memoria, aunque los investigadores creen que esto podría deberse a los efectos de la práctica.
Conclusiones y perspectivas
Quizás el hallazgo más importante fue el aumento en el líquido cefalorraquídeo (LCR) entre las personas que hacen dieta cetogénica. Durante el sueño profundo, el LCR ayuda a limpiar el cerebro de beta amiloide y tao, dos proteínas relacionadas con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Las cetonas, creen los investigadores, también pueden bloquear la entrada de beta amiloide en las células cerebrales. Sin embargo, se necesita más investigación antes de recomendar la dieta cetogénica como terapia para el Alzheimer.